A propósito de nuestro vinos...Desde el valle de San Antonio de las Minas, Baja California les ofrecemos nuestros vinos sin rubor alguno para su degustación, producidos en medio de la mejor región vitivinícola mexicana, consentida por el abundante sol, cuatro estaciones y arrullados por la fresca brisa nocturna del Mar Pacífico que dan el sabor, complejidad, concentración y el carácter a la fruta de sus vides aquí arraigadas desde múltiples décadas, uvas de las que hacemos nuestros vinos caseros con cariño. Los vinos de Casa Colorada son elaborados artesanalmente bajo estricto control de salubridad, hechos de racimos maduros cuidadosamente seleccionados para guardar su calidad. Son criados durante 16 a 20 meses en barricas de roble francesas neutras. La fruta se procesa en la propiedad y solo sale de la misma cuando los vinos están listo para degustarlos. |
Quiénes somos |
Hoy el enólogo en mí desea compartir el resultado de un proyecto que me complementa y que también me tomó quince años de yerros y enmiendas para llegar a él: producir vinos caseros que, como dice un amigo investigador argentino, “Se pueden
beber”. La meta es que mis vinos de Casa Colorada sinteticen la esencia de las mejores uvas mexicanas, las de Baja California. Y la regla de mi esposa y yo ha sido, “Solo ofrecer lo que nosotros también consumimos”. |
Y todo comenzó... |
cuando mi esposa y yo nos mudamos (por segunda ocasión) a Baja California para trabajar en el
Observatorio Astronómico Nacional en Sierra San Pedro Mártir. En nuestros planes estaba vivir a las afueras de la ciudad de Ensenada, en una propiedad donde pudiéramos tener un huerto. Todavía no teníamos una casa donde vivir, cuando mi mujer y una amiga llegaron de un paseo proponiéndome una huerta que vieron en San Antonio de las Minas y que rápidamente compramos. La Huerta resulto que además incluía otros 5 tantos adicionales de terreno compuesto por monte salvaje de la región, en las faldas de una colina. Me pregunté, ¿qué hago con todo ese terreno en esta región semidesértica y pocas cosas se dan?, ¡pues vino! |